domingo, 22 de mayo de 2011

Odio.

Me odio.

Odio esa parte de mí que tánto me atrae.

No me gusta que se comente sobre mí en internet, y menos sin mi permiso. Ya discutí una vez sobre eso.

¿Qué demonios tengo que hacer? En serio, necesito saberlo.

Hay que dar un paso. Sé la teoría. Antes, me funcionó la técnica, y pensé que esta vez también había funcionado, pero por lo que se vé, no ha terminado de cuajar.

Ardo en mí.

Miedo tengo, y miedo tuve, desde que me empezó a pasar. El detonante es que supiste leerme. Odio los análisis hacia mí. Me siento en constante observación.

Mi, mi, mi, mi.

Ese es el detonante.

Soy imbécil. Lo sé, y sé que lo saben, y gente que no tiene ni puta idea sobre mí, lo afirma.

Creo que voy a vomitarlo.

Lo siento. Sin más ni más. No me excuso ante nada.

Terceras personas:

Me la sudais en gordo. Es un círculo de cerdos hipócritas. El que yo conocí, además de serlo desde lo más profundo de corazón, también eran ovejas.

Os odio, y en algún momento de mi vida pasará lo que tenga que pasar. Sólo pido que pueda verlo, en serio. Quiero ver como el tiempo os aplasta y os revienta.

Ceniza a la ceniza.

Es como la colilla de un cigarro. Pipas, plástico, ceniza y esponja. No siempre hay algo entre la mierda que no tenga desperdicio. A veces hay algo más pútrido y asqueroso.

Jesus.

Cria cuervos, y te sacarán los ojos, pequeño. :3

1 comentario:

  1. genial quete......... genial.
    pasate!
    http://susirolli.blogspot.com

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